Las memorias del 8 de Marzo: Algunos personajes y su rebelión

Las memorias del 8 de Marzo: Algunos personajes y su rebelión

Por: Bianca P. Malfert Gutierrez

El 8 de marzo es una fecha establecida para conmemorar la lucha por los derechos de las  mujeres, al cual encuentra sus antecedentes en varios acontecimientos suscitados con  anterioridad a su reconocimiento en la ONU, la cual celebro por primera vez la fecha en 1975  y la proclamó mediante la Asamblea en 1977; el primero al que apuntan los hechos es el 8  de marzo de 1857, fecha en la cual las mujeres trabajadoras del área textil se manifiestan por  condiciones laborales más justas. El segundo se halla en una misma fecha del año 1908, día en el que, alrededor de 15,000 mujeres se dieron cita en New York para una gran marcha. Un  tercero apunta a 1909, un 28 de febrero, día en el cual se declara el primer Día Nacional de  la mujer en Estados Unidos, pero no fue hasta 1910 cuando se comenzó a gestar la idea de  un Dia Internacional de la Mujer, esto gracias a Clara Zetkin, una importante figura del  movimiento por los derechos de las mujeres en la rama del feminismo marxista, quien, en  compañía de Rosa Luxemburgo logra materializar su idea en marzo 19 de 1911, año en el  cual se conmemoraría por primera vez esta fecha, en Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza.  Para 1913, Rusia se une celebrando el ultimo domingo de febrero, a ella se sumaron para el  año siguiente, varios países europeos.

Hoy reconocemos la fecha en el calendario, pero hace falta remembrar a las mujeres y  personajes femeninos que, en su momento, le dejaron al mundo una semilla de inspiración,  la que más tarde daría sus frutos, logrando que se nos reconozca la categoría que se nos había negado por siglos, la de SERES HUMANOS.

Míticas

Desde las primeras civilizaciones se busco concebir el mundo a través de personajes mitológicos, una de las primeras figuras femeninas se remonta a Babilonia se encuentra Istar,  que representaba el amor, la fertilidad y la guerra, se cree que nace como la fusión de dos  diosas sumerias que le antecedieron. Representó, no solo la visión de la mujer madre sino  también la fortaleza y estrategia.1 

Tiempo después, con el surgimiento de Grecia, nacen dos figuras mitológicas destacadas, la primera es Hécate, conocida como la Triple diosa, es una figura rodeada de misterio por su  escasa mención en textos mitológicos, sin embargo una clara referencia sobre su poder se  evidencia en el Himno a Hécate, presente en la Teogonía, este señalaba que dominaba sobre  

la tierra, el cielo y el mar, era venerada y respetada por Zeus, con un poder que destaca por  sobre el de otras figuras.2 Es asociada con la magia, la luna llena y lo femenino, desde una  perspectiva diferente a la que se le había otorgado a las diosas, hasta ese entonces. Era libre,  respetada, sabia y protectora de otras mujeres, a pesar de ello, se ha silenciado su historia  retratándola como una imagen oscura y perversa al relacionarse con la brujería. 

Por otro lado, está Pandora, la otra cara de la moneda, a quien la historia sí recuerda con  claridad para su beneficio, siendo la primera mujer creada por Zeus que desató las desgracias  y males de la humanidad con solo abrir una caja, quedó vigente su imagen para recordarle al  mundo, las atroces consecuencias que le provocó una mujer a la humanidad. 

Otro personaje femenino que merece mención es Lilith, cuya existencia fue común a varios  pueblos; en lo religioso, se dice que fue creada al mismo tiempo que Adán y se negó a  mostrarle obediencia e inferioridad por considerarse su igual, este comportamiento fue el  causante de su señalamiento como ser maligno y demoniaco para la historia. Siendo la  primera mujer que se negó a aceptar la sumisión que se le exigía, representó un peligro para  una tradición que buscaba perpetuar, justamente lo opuesto, la superioridad del hombre.  Quizá sea esta la razón del porqué hoy sus registros son tan escasos.

Históricas

Fuera de la mitología, y en una sociedad griega donde se proliferaban los discursos de  escritores que relegaban a la mujer a un plano inferior y digno de temer, bajo el argumento  de historias como las de Pandora; se destacan nombres como los de Aspasia, quien fue  ejemplo de conocimiento y estrategia, asimismo el de Hortensia, una oradora que en su  momento abogó por la derogación de una ley que afectaba a las mujeres ricas. Ambas condenadas a una omisión permanente por parte de historiadores y escritores.

En territorio egipcio, la inolvidable Cleopatra VII Thea, la que, a pesar de su desenlace es un  referente histórico de una mujer con amplia inteligencia y conocimiento en diferentes ramas  como la astronomía, de liderazgo político y dominio de una multiplicidad de idiomas. Pero  lo que hoy se recuerda de ella es algo muy diferente al ser sinónimo de ambición, belleza y  promiscuidad, dejando de lado los verdaderos motivos por los que destacó en su tiempo, así como ella, muchas que le precedieron, fueron recordadas de esa forma en favor de la  permanencia del dominio de una especie sobre la otra, haciendo énfasis en que, cualquier  conducta que fuera normal para un hombre, sea practicada por una mujer, era reprochable.

También corresponde mencionar a Hipatia de Alejandría, una mujer de gran intelecto y  conocimiento en ramas como filosofía, matemática y astronomía. Fue señalada como  practicante del paganismo y perseguida por cristianos que terminaron con su vida de la  manera más cruel y exhibiendo públicamente el brutal destino que le depararía a cualquier  mujer que osara seguir su ejemplo.

Para la edad media las cosas no cambiaron mucho sobre esa percepción, pues gobernaba la  religión y los escritores, en concordancia, se encargaron de dejar en claro la idea de que el  sexo femenino era sinónimo del pecado que llevo a Adán a comer del fruto prohibido, pero en oposición se recordaba a María, único modelo digno de admiración bajo el parámetro de  virgen y pureza, alejada de toda representación maligna por cumplir con las características que se esperaban de una mujer.

Voces del cambio

Dentro de todo ese panorama aparece Cristina de Pizán quien, en 1405 se convierte en la  primera autora en cuestionar, a través de sus escritos, el modelo impregnado de misoginia en  el que vivía, dentro de sus múltiples reflexiones señala que “Si la costumbre fuera mandar a  las niñas a la escuela y enseñarles las ciencias con método, como se hace con los niños,  aprenderían las dificultades y sutilezas de todas las artes y ciencias tan bien como ellos”. Este mensaje refleja claramente la ausencia del acceso a la educación para las niñas de esa época y significó un primer atisbo al cuestionamiento de la condición de inferioridad en el que se  encontraban las mujeres en todas las esferas.

Más tarde, en la edad moderna aparece Sor Juana Inés de la Cruz, la autora de la frase “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo  que culpáis, si con ansia sin igual solicitáis su desdén porque queréis que obren bien si las  incitáis al mal”. Una importante referente de la literatura española que levantó su voz, y, en  su momento tuvo que elegir el camino religioso para acceder al conocimiento que tanto  anhelaba, pues en su época era la única alternativa que se lo permitía, en vista de que la otra  opción era el matrimonio, la que podría haberla coartado de la adquisición de cualquier  aprendizaje. 

Para 1673, Poullain de la Barre una figura masculina, plantea el acceso igualitario a la  educación, realiza una importante premisa en la búsqueda de mejores condiciones para las  mujeres tal como en su momento lo hizo Cristina de Pizán, si bien no se desconoce su aporte,  es erróneamente señalado como “fundador o creador del feminismo” siendo que este  movimiento no le atribuye su creación.

En la edad contemporánea, después de la revolución francesa, Olympe de Gouges escribe la  Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana en 1791 indicando que “La mujer  tiene el derecho de ser llevada al cadalso, y, del mismo modo, el derecho a subir a la tribuna”. Dejando clara la necesidad de derechos en igualdad. Un año después Mary Wollstonecraft  publica uno de los escritos más importantes para la lucha feminista, la Vindicación de los  derechos de la mujer, declarando en él “Lamento verme obligada a confesar que la  civilización que hasta ahora ha habido en el mundo ha sido muy parcial”. Refiriéndose a la  ausencia de las mujeres en espacios de poder y la carencia de sus derechos.

Con el tiempo fueron gestándose las primeras olas feministas que, en toda su diversidad de  tendencias lograron avances fundamentales. En medio de unos siglos impregnados de ansias  de libertad, surgen personajes como Simone de Beauvoir, un personaje notable por su gran  aporte, el libro denominado el segundo sexo, en él desarrolla ampliamente sus postulados, en  lo referente a la historia, afirma que las mujeres nunca habrían sido un grupo separado del  masculino, pues nunca tuvieron una relación autónoma ante ellos. También explica como la  mujer ha quedado consagrada al mal, como un ser impuro y maligno, asegurándole de ese modo, su posición de inferioridad y condenándola al trabajo doméstico. Situación que no  pudo mejorar hasta su participación en la economía, con la llegada de la industrialización.3

En el campo científico, Marie Curie resalta por sus logros científicos al convertirse en la  primera mujer en ganar un premio nobel en física en 1903 (la primera de, tan solo 56 mujeres  que hasta ahora han ganado un Nobel). Ella se enfrento a un sistema reticente a la educación para las mujeres y el acceso al conocimiento científico, en su momento, catalogada de  progresista, señaló la precariedad de los derechos de las mujeres era un pensamiento que la  preocupaba.4 Su hija, Irene Joliot-Curie, también ganadora de un Nobel en química en 1935,  aprovecha su fama para expresar su opinión respecto al tema, indicando en una entrevista,  que “Las aptitudes de los hombres y las mujeres son exactamente la mismas”, se mantuvo  firme en esta idea y se compromete políticamente con el modelo de la URSS que promulga  la igualdad completa entre los derechos de ambos sexos.5

Un día de unión

Así como los nombres de estas mujeres, hay cientos grabados en las páginas de la historia,  ellos nos recuerdan como la mitad de la especie humana tuvo que hacer de la lucha y la  rebelión constante, la fuente de sus derechos y libertades. Sin ellas nada de lo que hoy  consideramos normal, como el hecho de poder votar y estudiar en la universidad, sería posible. Pero también reconocemos que aún nos quedan pendientes varias conquistas para  que la equidad de género deje de ser una palabra en los compromisos internacionales y la ley;  para pasar a ser una realidad que se vea reflejada en la calidad de vida de las mujeres y niñas  del mundo. El día internacional de la mujer es la ocasión en la que la unión se hace más  evidente que cualquier otro día del año, demostrando que, en nuestra diversidad, encontramos  puntos en común y compartimos historias que nos fortalecen y nos inspiran a seguir luchando por este sendero de reivindicación.

Que nuestras voces se oigan en lo alto, que nuestra lucha se sienta a lo lejos…

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1. Valero, S. F. (2017). Breve historia de la mujer. Ediciones Nowtilus SL

2. Jünger, F. G. (2014). Los mitos griegos. Herder Editorial. 

3. De Beauvoir, S. (1981). El segundo sexo (1949). Buenos Aires: Siglo XX.

4. Curie, E. (1959). La vida heroica de María Curie: descubridora del radium. Espasa Calpa Argentina 

5. Merle-Béral, H. (2018). 17 mujeres Premios Nobel